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Has contratado un seguro de flota porque simplemente tiene más sentido. Reducir los costes y el riesgo es tan bueno para su empresa como para las compañías de seguros, por lo que trabajar para mantener sus primas bajas es una situación en la que todos ganan. Poniendo en práctica algunos de estos consejos, puedes empezar a ahorrar aún más en los costes de tus seguros. Además, al asegurar su propiedad y salvaguardar la salud de tus conductores, puedes tener la tranquilidad de haber hecho lo correcto con su equipo.
¡Empecemos!
Forma a tus conductores
Puede parecer sencillo, pero algunos gestores de flotas dan por sentado que sus conductores están suficientemente formados. Algunas aseguradoras ofrecen descuentos por la formación, y otras no. Sin embargo, la formación de los conductores debe considerarse como una inversión a largo plazo que servirá para reducir sus reclamaciones y, en última instancia, reducirá sus primas.
Se selectivo con las nuevas contrataciones
Los conductores jóvenes de entre 17 y 20 años son más propensos a presentar un siniestro al seguro que cualquier otro conductor. Estos siniestros no sólo son más comunes, sino que también son más caros. Las primas suelen ser más bajas para los conductores de al menos 25 años y con dos años de experiencia. También es posible que desees realizar una comprobación de los antecedentes de sus conductores para eliminar a cualquiera que tenga banderas importantes en su historial de conducción.
Considera la seguridad desde todos los ángulos
Cuando uno de tus vehículos se ve involucrado en un accidente, tus resultados se resienten. Pero lo que es más difícil de manejar es que uno de tus conductores resulte gravemente herido. Proteger a tu personal es una parte importante para mantener sus primas de seguro bajas. Puedes demostrar tu compromiso con la seguridad con pequeños detalles: airbags en la parte delantera, trasera y lateral del vehículo, frenos antibloqueo, salpicaderos acolchados y parabrisas laminados. Además de añadir elementos de seguridad a los vehículos, las empresas que celebran reuniones periódicas sobre seguridad suelen recibir descuentos. Haz saber a tus conductores que se toma en serio la seguridad y tu compañía de seguros te recompensará.
Instala cámaras
Las imágenes de las cámaras pueden utilizarse para defender a tu empresa de reclamaciones fraudulentas y pueden poner fin a las reclamaciones por culpa. La tecnología de las cámaras también puede utilizarse como sistema de alerta para evitar que los conductores choquen con objetos.
Presta atención a los detalles
Nunca firmes la renovación de tu póliza sin leerla en profundidad. Nunca se sabe cuándo alguien ha intentado colar un extra sin que lo sepas. Te sorprendería saber cuántos gastos puedes evitar leyendo cada línea y oponiéndote a los añadidos innecesarios. Lleva un registro de tus reclamaciones para que, al final del plazo, puedas recortar las prestaciones que no hayas utilizado.
Asegura tu vehículo
Es muy probable que te ofrezcan una reducción de la prima si equipas cada vehículo de tu flota con un rastreador GPS. Si te lo roban, podrás localizarlo al instante, lo que te ahorrará muchos disgustos y molestias.
Utiliza la telemática
Los conductores pueden utilizar sistemas telemáticos para comunicarse y trazar direcciones. Además de estas capacidades de manos libres, la telemática de la flota puede utilizarse para enviar información directamente a las compañías de seguros, lo que supone un fuerte incentivo para que sus conductores respeten el límite de velocidad.
Compara las tarifas y pide siempre más
Utiliza un corredor o una web de comparación de seguros para comparar los precios de las distintas compañías. Cuando se trata de descuentos, nunca está de más preguntar. Algunas compañías ofrecen descuentos a las empresas consolidadas, partiendo de la base de que las empresas que llevan más tiempo en el mercado tienen menos siniestros. Además, las empresas que utilizan software de gestión de flotas pueden obtener un descuento. No confíes en tu agente de seguros para que te proporcione tácticas de ahorro. Debes ser el primero en abrir la mesa de negociaciones. Recuerda que nunca está de más preguntar.