5 indicadores de que ha llegado el momento de renovar los vehículos de tu flota de reparto

Con el auge del comercio electrónico en los últimos años, han aumentado enormemente las oportunidades para las flotas de reparto. Aunque un mayor número de negocios suele ser positivo, significa más kilómetros de conducción, lo que pasará factura a tus vehículos.

Gestión del mantenimiento de la flota de reparto

Para los vehículos de reparto, un mantenimiento adecuado es clave para que funcionen sin problemas durante kilómetros. Sin él, el desgaste del uso diario no hará más que generar problemas, lo que provocará retrasos en las entregas. Por ejemplo, algo tan pequeño como la reparación de un parabrisas puede significar que tu vehículo esté parado durante un día. Puede significar incluso más tiempo de inactividad cuando se trata de problemas del motor y otros sistemas.

Es probable que haya habido algún impacto tras el Covid-19, pero no tienes que esperar a que tu vehículo experimente problemas internos graves para solucionarlos. Considera la posibilidad de adoptar un enfoque proactivo en el mantenimiento de la flota de reparto y busca los siguientes cinco indicadores que sugieren que podría ser el momento de renovar tus vehículos de reparto.

1. Los vehículos están a más de 100.000 kilómetros

Los vehículos de reparto tienden a acumular el cuentakilómetros con bastante rapidez. Aunque los datos sobre la distancia anual recorrida por las flotas de reparto varían significativamente, se calcula que, de media, una furgoneta de reparto recorre entre 25.000 y 30.000 km al año. La distancia puede pasar factura a los vehículos, especialmente si no se mantienen bien.

Pero al cabo de un tiempo, al recorrer más distancia, el vehículo requerirá trabajos de mantenimiento con más frecuencia que antes. Esto suele ocurrir en torno a la marca de 100.000 millas o kilómetros y puede hacer que aumenten tus costes de explotación del vehículo de la flota.

A medida que vas sumando kilómetros, otros factores también empiezan a aumentar los costes de explotación de tu vehículo, como el combustible: el motor ya no será tan eficiente y consumirá más combustible.

En lugar de aumentar los costes de explotación, es mejor deshacerse del vehículo y adquirir uno nuevo. El coste de invertir en un vehículo nuevo puede parecer mucho, pero a la larga acabará ahorrándote dinero, sobre todo si tienes en cuenta los costes que tienes que soportar debido al tiempo de inactividad del vehículo por mantenimiento y averías.

2. Tus vehículos sufren averías frecuentes

A menos que dirijas una gran operación de reparto, lo más probable es que tengas un pequeño departamento de mantenimiento interno o que subcontrates tus necesidades de mantenimiento. En cualquier caso, esto significa que las averías frecuentes serán un inconveniente y provocarán costosos tiempos de inactividad.

Si gestionas tu flota con un software de mantenimiento de flotas, puedes hacer un seguimiento de los registros de mantenimiento e identificar tendencias en las necesidades de mantenimiento de los vehículos. La mayoría de las flotas tienen un plan de mantenimiento centrado en el tiempo o la distancia recorrida (millas/km), mientras que otras automatizan los programas de mantenimiento para recibir recordatorios y notificaciones de mantenimiento a tiempo. Pero no siempre puedes prepararte para un mantenimiento no planificado.

El mantenimiento es necesario para sacar el máximo partido a un vehículo, por lo que los costes de mantenimiento se van a incluir en los gastos de funcionamiento de la organización, y las averías inesperadas pueden tener un tremendo impacto en tu cuenta de resultados.

Los vehículos viejos tienen más posibilidades de averiarse que los nuevos. La forma de mantenerlos y conducirlos también es un factor que influye en la ecuación. Pero ninguna flota de reparto puede esperar obtener beneficios con vehículos que se averían con frecuencia.

El seguimiento del mantenimiento de tu flota con un software de mantenimiento de flotas puede ayudarte a identificar y desvelar fácilmente las tendencias de las necesidades de mantenimiento de un vehículo. Si un determinado tipo, marca o modelo de vehículo experimenta problemas recurrentes similares, puedes identificarlo fácilmente en tu panel de control de mantenimiento. A partir de ahí, puedes idear un plan para sustituir esos vehículos de la flota por otro proveedor, para evitar reparaciones costosas pero evitables.

3. Tienes el vehículo en tu flota desde hace años

Las garantías son una salvaguarda para las flotas, especialmente en caso de defectos importantes en el vehículo. Con la cobertura de la garantía, no tendrás que pagar las reparaciones de tu bolsillo, sino que la garantía del fabricante las cubre. El número de años de garantía varía de un fabricante a otro, pero debería extenderse hasta unos cinco años.

Una vez que la garantía expira, te expones a tener que soportar gastos adicionales de mantenimiento del vehículo por tenerlo en tu flota. Por no hablar del hecho de que tendrás que pagar los defectos y reparaciones importantes de los vehículos con mayor kilometraje.

4. Tus vehículos tienen tecnología anticuada

Los vehículos más nuevos están equipados con tecnología innovadora que los hace más fáciles de conducir y mucho más seguros. No tiene sentido que tus conductores utilicen una furgoneta de hace una década, cuando tecnologías como las cámaras de visión trasera y los sistemas de navegación GPS reducen las posibilidades de retrasos y accidentes. Además, notarás a tus conductores más tranquilos y relajados cuando empiecen a utilizar esa tecnología.

Si renuevas los vehículos de tu flota e introduces esas tecnologías, tus conductores podrán trabajar de forma más eficiente y segura. Incluso puedes equipar sistemas de supervisión de vehículos y dispositivos telemáticos que controlen la presión de los neumáticos, un sistema de frenado de emergencia y alertas de códigos de diagnóstico de problemas (DTC). Estas actualizaciones beneficiarán a tu empresa, ya que te mantendrán informado, limitarán las averías importantes y mantendrán a tus conductores seguros.

Cuando actualices tu vehículo, asegúrate de encontrar un sustituto que funcione para tu organización y tus conductores. Quieres una mezcla de tecnología que te facilite el control del vehículo y proporcione facilidad y comodidad al conductor. Ten en cuenta que los vehículos muy equipados con tecnología suelen costar más al principio.

5. Tus conductores ya no se sienten cómodos conduciendo el vehículo

Un vehículo de reparto es tan eficaz como la persona que lo conduce. Si el conductor tiene dudas sobre la conducción del vehículo, normalmente hay una razón detrás de esa preocupación. Cuando se trata de conducir durante horas, la comodidad es fundamental. Imagina tener que conducir durante horas sentado en un asiento de coche medio roto y con los muelles asomando.

La comodidad de tu conductor debe ser una prioridad absoluta; al fin y al cabo, es donde pasa la mayor parte del día. Asegúrate de hablar con ellos sobre el estado de su vehículo y, si acuden a ti pidiendo que lo repares o lo sustituyas, actúa inmediatamente.

En resumen…

Decidir actualizar tu flota no es una decisión fácil y puede parecer un gran gasto. Sin embargo, acabará siendo beneficioso para tu organización a largo plazo.

Notarás un descenso en los gastos de mantenimiento, tus conductores estarán más contentos y serán más productivos y tendrás la tranquilidad añadida de que el vehículo no se averiará. Es un gran paso y, como en todas las decisiones de similar importancia, el momento es primordial.

Si tienes el sistema de gestión de flotas y los procesos adecuados, deberías tener indicadores -como los que hemos mencionado- para determinar cuándo tienes que actuar. Sólo entonces podrás dirigir una flota de reparto con éxito.

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