Humo saliendo de coches contaminando

Las ventajas (y los métodos) de reducir las emisiones de CO2 en una flota

La mayoría de los países desarrollados se comprometieron, de acuerdo con el protocolo de Kioto y otros objetivos, a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero hasta el año 2050. Se exigen reducciones considerables, lo que en parte ha llevado a los gobiernos a presionar al sector del automóvil para que aumente su eficiencia.

Aunque este proceso está en marcha, es probable que los avances sean relativamente lentos, al igual que la investigación para crear combustibles más sostenibles. Hay algunos organismos de investigación (como la empresa estadounidense Poly2Petro) que están avanzando en la creación de métodos viables para generar más petróleo, pero el hecho es que el petróleo sigue siendo un recurso muy finito y cuanto más eficientemente lo utilicemos, menor será nuestra huella de carbono (y, además, los gastos de nuestra flota).

Y las empresas comprenden la importancia de intentar reducir su huella de carbono global, tanto desde un punto de vista ecológico como, cada vez más, desde una perspectiva económica. Recordemos que hay mucho que ganar no sólo desde un punto de vista puramente competitivo, sino también desde el punto de vista de las relaciones públicas, cuando los progresos son considerables y notificables.

Durante generaciones, nos hemos visto obligados a utilizar opciones de transporte que dependían totalmente del petróleo. Sin embargo, hoy en día esto no es así y los gestores de flotas pueden buscar emplear tecnologías de transporte más eficientes y con menos emisiones de carbono. Los gestores pueden considerar estas opciones en función de la autonomía y la capacidad realistas de hoy en día, una situación que ha mejorado drásticamente en la última década.

Tipos de vehículos y opciones de combustible

Los vehículos híbridos suelen tener dos fuentes de energía, en las que se utiliza un motor eléctrico para complementar un motor de combustión interna convencional. Los vehículos totalmente eléctricos tienen una capacidad más limitada. Los vehículos de gas utilizan biometano, hidrógeno o gas natural. Los vehículos de doble combustible tienen la capacidad de quemar tanto diésel como gas en un motor convencional.

Hay varias opciones de combustible, algunas de las cuales son más prácticas que otras desde la perspectiva del gestor de la flota. El bioetanol, por ejemplo, tiene un suministro limitado y puede ser relativamente costoso. El biodiésel depende de la disponibilidad y cuanto mayor sea la concentración, mayor será el coste. El hidrógeno también puede ser bastante más caro, pero es el que más posibilidades tiene de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Ahorro con los vehículos de la flota actual

Teniendo en cuenta las restricciones en la disponibilidad de ciertos combustibles y/o la viabilidad de equipar una flota con estas alternativas, muchos gestores de flotas se encuentran con la necesidad de buscar eficiencias de otras maneras. Por ejemplo, es posible conseguir un ahorro de combustible de hasta el 15% instalando sistemas de a bordo o iniciando un proceso de formación de los conductores. Los sistemas de ayuda al conductor a bordo desaconsejan la aceleración o el frenado agresivos y fomentan las actividades de conducción predictiva.

Se aconseja a los conductores que se anticipen a las condiciones de la carretera, que cambien de marcha cuando las revoluciones estén entre 2000 y 2500 RPM. Hoy en día, no es necesario dejar el motor al ralentí para calentarlo desde el frío a primera hora de la mañana y es totalmente eficiente apagar y volver a encender un motor moderno cuando se espera durante un periodo de tiempo prolongado. Los conductores con experiencia en una zona determinada deben saber cuándo y dónde conducir para evitar atascos y obras en la carretera.

La presión de los neumáticos debe comprobarse regularmente, ya que unos neumáticos poco inflados pueden aumentar su consumo hasta un 3%.

Un soplo de aire fresco

En lo que respecta al estado del vehículo, el mantenimiento regular es esencial. Un motor desajustado puede aumentar el consumo de combustible hasta un 10%, al igual que un filtro de aire obstruido que hay que cambiar. Si el mantenimiento de los neumáticos y las ruedas es deficiente, hay que añadir un 10% más. También puedes encontrar un falso ahorro si utilizas un aceite de motor más barato y de calidad incorrecta.

Póngalo en la tarjeta

El uso de tarjetas especiales para combustible es una gran idea para los gestores de flotas. Los proveedores de tarjetas y una integración con tu software de gestión de flotas pueden proporcionar informes especiales que detallen el consumo de combustible y las emisiones, y que pongan de manifiesto las ineficiencias y los conductores de bajo rendimiento.

Analiza bien las rutas que cubre tu flota en un día determinado y considera la posibilidad de utilizar herramientas que optimicen la selección de rutas para ahorrar automáticamente combustible y tiempo. Si tus vehículos de transporte regresan vacíos a tu depósito, estudia la posibilidad de vender el espacio a bordo a través de empresas de intermediación a otras organizaciones. Esto te ayudará a reducir el coste que supone para tu balance y en términos de emisiones de carbono el hecho de que se dediquen al backhauling en vacío.

A su disposición

Consulta algunas de nuestras publicaciones anteriores para obtener más información sobre algunas de las herramientas que tienes a tu disposición para aumentar la eficiencia y, como siempre, haznos saber en los comentarios si tienes algún consejo que no hayamos tratado aquí.

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