Las mejores prácticas de mantenimiento preventivo de los equipos

El equipamiento puede ser el gasto más intensivo en capital para cualquier industria. Tanto si el equipo es alquilado, como si es de propiedad, preservar su vida útil es esencial para tus resultados.

Cuando se trata del mantenimiento preventivo de los equipos, tener un plan organizado y aplicarlo hará que se dedique menos tiempo a las inspecciones, reduciendo los posibles tiempos de inactividad.

Desarrolla una rutina de mantenimiento factible

Ben Franklin dijo una vez: «si no te preparas, te estás preparando para fracasar». Aunque no estamos aquí para dar una lección de historia, su consejo es perfecto para el mantenimiento preventivo. Es imperativo que no sólo crees un programa de mantenimiento, sino que también desarrolles y hagas cumplir las inspecciones rutinarias de los equipos.

Cumplir una rutina evita el elemento sorpresa y te mantiene al tanto de la salud de tu equipo. Así podrás comprobar y controlar los resultados, sacar conclusiones de los datos y optimizar para conseguir la máxima eficacia.

Céntrate en lo que más importa

Como son innumerables las piezas que componen tu equipo, tienes que priorizar dónde debes centrar tus inspecciones. Elementos como el motor, el sistema de refrigeración, los componentes eléctricos y los neumáticos son sólo algunas de las áreas que debes inspeccionar a fondo.

Sin embargo, esto no quiere decir que debas descuidar otros componentes o pasar por alto otras áreas que podrían estar afectadas. También debes hacer un seguimiento de qué piezas necesitan reparaciones repetidas y cuáles son las más costosas. Esta información podría ayudarte a determinar si necesitas considerar otras opciones o elegir un equipo diferente.

Controla que las inspecciones de los equipos sean minuciosas

Es viernes por la mañana y tu equipo empieza a llegar a su turno. Tienes un plazo para terminar un proyecto y el ritmo de trabajo ha aumentado drásticamente.

Independientemente de las circunstancias, no pongas en peligro tu plan de mantenimiento preventivo de los equipos permitiendo que los técnicos u operarios se salten o realicen inspecciones incompletas.

En su lugar, haz un seguimiento y monitoriza las inspecciones de tus equipos con regularidad para verificar que no hay discrepancias. Si te preocupa que las inspecciones duren demasiado y reduzcan la productividad, considera la posibilidad de utilizar inspecciones electrónicas, que pueden llevar un 56% menos de tiempo que los registros en papel.

Establece recordatorios personalizados para programar el mantenimiento

Es prácticamente imposible recordar cuándo fue la última vez que se revisó tu equipo sin registrarlo de alguna manera. Sin embargo, no todos los métodos de registro son iguales. Una cosa es tener un registro de servicio, pero es especialmente ventajoso si puedes recibir recordatorios cuando el mantenimiento es necesario.

Con un software de mantenimiento preventivo puedes establecer parámetros para los intervalos de mantenimiento e incluso personalizar las alertas para que te avisen cuando el servicio esté atrasado. De este modo, podrás centrarte en otras prioridades en lugar de preocuparte y perder el tiempo comprobando si tu equipo necesita mantenimiento.

No te olvides de cuidar tu equipo

No hace falta decirlo, pero cuidar tu equipo aumentará su longevidad. Especialmente si utilizas los equipos para la construcción y dejas los activos a la intemperie durante semanas o meses. Reconozcámoslo, la madre naturaleza es imprevisible y no tiene ningún remordimiento por los problemas que pueda causar.

Las inspecciones rutinarias de los equipos pueden señalar los problemas causados por las inclemencias del tiempo. Si tienes topadoras u otros equipos más pequeños, considera la posibilidad de cubrirlos con una lona después de cada uso. Las lonas para equipos son bastante resistentes y baratas, sobre todo en comparación con los grandes costes de mantenimiento.

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