Todo el mundo está de acuerdo en que la seguridad de los vehículos es importante, pero las precauciones de seguridad se convierten en una baja prioridad en medio de tanta agenda ocupada. Descuidar la seguridad de los vehículos no sólo pone a los conductores y a los vehículos ante un mayor riesgo, sino que puede ser costoso para la flota. Este artículo explora el impacto financiero de la seguridad (o la falta de ella) en una flota.
Mantenimiento
Los vehículos de las flotas son inseguros cuando no reciben un mantenimiento adecuado. Prolongar el mantenimiento puede ahorrar dinero a corto plazo, pero a largo plazo le costará a tu flota mucho más en reparaciones, mayores riesgos de seguridad y posiblemente incluso lesiones de los conductores.
Cuando las flotas no reciben un mantenimiento adecuado, los vehículos sufren tiempos de inactividad. El tiempo de inactividad de los vehículos puede ser ocho veces más caro de lo que esperan los propietarios de flotas y costar 700€ o más por vehículo y día. Cuando los vehículos se averían de forma inesperada, se producen pérdidas de productividad y beneficios, así como riesgos de seguridad por las emergencias en carretera.
Revisa los vehículos de la flota de forma rutinaria para asegurarte de que el vehículo (incluyendo los elementos de seguridad) funciona correctamente. Por ejemplo, debes revisar periódicamente los cinturones de seguridad para asegurarte de que no están deshilachados y comprobar las luces del vehículo para verificar que no se ha fundido ninguna. Se trata de comprobaciones sencillas con un coste de reparación relativamente bajo que pueden tener un gran impacto en la seguridad. En caso de emergencia, es crucial que estos elementos de seguridad funcionen correctamente.
Cuando los vehículos no funcionan correctamente, no sólo hay riesgos para la seguridad, sino también costes potenciales de infracción de mantenimiento. Las flotas que reciben una inspección, reparación o infracción de mantenimiento tienen que pagar una multa media de 3.000€.
Accidentes
Los accidentes comprometen la seguridad del conductor de la flota y de otras partes implicadas y pueden costar a su flota miles de euros.
En caso de accidente, los costes de reparación, las pérdidas de productividad, las facturas médicas, los costes del seguro y los honorarios legales pueden sumarse rápidamente. Los accidentes de vehículos dentro y fuera del trabajo cuestan a las empresas unos cuantos millones de euros al año.
De media, un accidente cuesta a las flotas 15.000€. Si un accidente implica una lesión, la factura puede aumentar a 70.000€ o incluso a 450.000€ si se trata de una lesión mortal.
Cuando se trata de seguros, los precios de los accidentes son igual de elevados. De hecho, los grandes siniestros se llevan la peor parte.
Cuando un vehículo de flota se ve involucrado en un accidente, la seguridad del conductor y del vehículo está en riesgo y los costes asociados pueden ser astronómicos.
La seguridad de la flota puede parecer una molestia cuando hay cientos de otras tareas que requieren la atención del gestor de la flota. Sin embargo, debería ser una prioridad mantener la seguridad de los vehículos y los conductores y evitar este enorme impacto financiero potencial.