Como ya indicamos en artículos anteriores el primer paso para desarrollar un programa de mantenimiento preventivo asequible es especificar las tareas de inspección que se deben realizar.
Las inspecciones deben ser llevadas a cabo por el empleado o empleados adecuados (mecánico, operario, etc.) en un intervalo regular establecido.
Siempre se debe inspeccionar lo siguiente
- Interior de la cabina
Inspeccionar la matrícula, los cinturones de seguridad, el equipo de seguridad, la calefacción, las luces, los indicadores, la bocina y el descongelante. - Compartimento del motor
Inspeccione si hay fugas y comprueba todos los niveles de líquidos. - Posibles sustituciones
Según sea necesario: filtro de aire, filtro de combustible, filtro de agua, añadir complemento para diésel, etc. - Sistema eléctrico
Inspeccionar el montaje de la batería, los terminales, los cables y la batería. Inspeccionar todas las luces exteriores. Inspeccionar el arranque alternativo, los pernos y el montaje. - Bajo el chasis
Inspeccionar la línea de transmisión, la suspensión y la dirección. Inspeccionar el estado del escape y las fugas. Lubricar siempre que sea necesario. - Sistema de aceite
Cambiar el aceite y el filtro de aceite. - Frenos
Inspeccionar el sistema de frenos de servicio y de estacionamiento. - Neumáticos
Inspeccionar el estado y el inflado de los neumáticos, incluido el de repuesto (que se nos suele olvidar). - Varios
Inspeccionar la carrocería y los cristales y anotar los daños.
Tanto si las flotas realizan las inspecciones en papel como si utilizan una aplicación de gestión de flotas, cada elemento de inspección debe marcarse como correcto/aprobado o anotarse como que necesita reparación. A partir de ahí, se pueden establecer los siguientes pasos y realizar el mantenimiento.
En general, las inspecciones de mantenimiento preventivo garantizan la seguridad de los conductores y permiten a las flotas mantener los vehículos en condiciones óptimas, eliminando el tiempo de inactividad y reduciendo los costes innecesarios.