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El mantenimiento de los neumáticos puede quedar relegado a un segundo plano cuando hay que ir a un lugar de trabajo o se tiene prisa. En estos momentos, el mantenimiento de los neumáticos puede parecer una tarea molesta, pero es importante tener en cuenta que es clave para mantener los vehículos de la flota (y a tus conductores) seguros.
¿En qué medida pueden afectar los neumáticos a la seguridad? Bastante. Una buena parte de los accidentes relacionados con los neumáticos cada año podrían haberse evitado con un cuidado adecuado de los mismos. Además, los vehículos con neumáticos poco inflados tienen tres veces más probabilidades de sufrir un accidente relacionado con problemas de neumáticos que los vehículos con neumáticos correctamente inflados. Por no hablar de que los neumáticos con baja presión son más propensos a hidroplanear en condiciones de humedad.
El mantenimiento adecuado de los neumáticos no sólo aumenta la seguridad del vehículo, sino que también puede mejorar el ahorro de combustible y prolongar la vida útil de los neumáticos en 7.500 kilómetros, ahorrando dinero a tu flota.
¿Cómo puedes mantener tus neumáticos en buen estado?
1. Mantener la presión correcta de los neumáticos
La presión de los neumáticos influye en el frenado y el manejo del vehículo, así como en su respuesta a las acciones del conductor. Una presión de neumáticos muy baja puede provocar la acumulación de calor y un fallo prematuro.
Los niveles óptimos de presión de aire varían según el vehículo, pero es importante comprobarlos y mantenerlos con regularidad. Los neumáticos pierden aproximadamente una libra por pulgada cuadrada (psi) de presión al mes. Pierden una psi adicional por cada 10 grados menos (Fahrenheit) de temperatura exterior.
La práctica habitual es comprobar mensualmente la presión de los neumáticos, incluidos los de repuesto, ya que los que no se utilizan pierden presión con el tiempo. Dado que la baja presión de los neumáticos no es visible hasta que un neumático alcanza el 50% de la presión óptima, nunca es suficiente añadir aire sólo cuando un neumático parece bajo.
2. Revisar la banda de rodadura
Los neumáticos con poca o ninguna banda de rodadura se denominan neumáticos calvos. Los neumáticos sin dibujo son un riesgo para la seguridad, sobre todo en condiciones de humedad, ya que los vehículos tienen una capacidad de frenado reducida y aumentan las probabilidades de hidroplanear.
En la mayoría de los países, la legislación obligará a sustituir los neumáticos cuando la banda de rodadura alcanza un umbral concreto. Sin embargo, a menudo se recomienda sustituir los neumáticos antes..
La banda de rodadura de los neumáticos debe revisarse periódicamente con mayor frecuencia. Los conductores pueden comprobar el desgaste de sus neumáticos palpando si la banda de rodadura está a ras de las barras de desgaste.
3. Comprobar el desgaste de los neumáticos y rotarlos
Cuando los neumáticos no se rotan adecuadamente, las porciones perderán su banda de rodadura rápidamente y reducirán la seguridad del vehículo. Como resultado, el vehículo tiene una capacidad de frenado reducida y un mayor riesgo de hidroplaneo.
Los neumáticos de la parte delantera de los vehículos no experimentan las mismas cargas, funciones de dirección o frenado que los neumáticos de la parte trasera. Como resultado, los neumáticos se desgastan de forma desigual y a diferentes ritmos. Por ejemplo, los neumáticos delanteros tienden a desgastarse más en los bordes exteriores, ya que están más involucrados en la dirección.
Los neumáticos deben ser rotados cada 8.000 a 12.000 kilómetros, de lo contrario las porciones perderán su banda de rodamiento mucho más rápido y tendrán que ser reemplazadas potencialmente miles de millas antes. Si los neumáticos no se rotan adecuadamente, esto puede afectar en gran medida a los presupuestos de la flota y reducir la seguridad del vehículo.
Mantener una alineación adecuada de las ruedas
Los vehículos de flota están desalineados cuando la posición de los neumáticos está fuera de las especificaciones del fabricante. Las ruedas desalineadas pueden afectar a la forma en que el vehículo frena y responde al conductor. Mientras se conduce a altas velocidades, las ruedas desalineadas pueden aumentar la dificultad para dirigir el vehículo, lo que resulta en una mayor probabilidad de accidente.
Además de suponer un riesgo para la seguridad, las ruedas desalineadas pueden ser costosas porque ejercen presión sobre la suspensión del vehículo, lo que provoca costosas reparaciones, y arrastran los neumáticos, lo que aumenta el consumo de combustible.
No existe una norma sobre la frecuencia de comprobación de la alineación de las ruedas. Sin embargo, se recomienda comprobar la alineación de las ruedas al menos cuando se adquieren neumáticos nuevos, ya que de lo contrario podrían desgastarse antes. Los signos de que las ruedas están mal alineadas incluyen que el vehículo se desplace hacia un lado mientras se conduce en una carretera recta y llana, que el volante esté descentrado mientras se conduce o que los neumáticos tengan un desgaste desigual.
Además de estas comprobaciones de mantenimiento, es interesante que ofrezcas los siguientes consejos a tu equipo de conductores para prolongar la vida de los neumáticos y mantener la seguridad de los vehículos:
- No superar la carga máxima del vehículo.
- Evitar baches u objetos extraños en la carretera.
- No pasar por encima de los bordes ni golpear el bordillo al aparcar.
- Evitar el uso de neumáticos viejos aunque no se hayan utilizado, ya que se debilitan con el paso del tiempo.
- Almacenar los neumáticos sin usar en un entorno limpio, fresco, seco y cálido; siempre en el interior.
No olvides nunca que el mantenimiento de los neumáticos es clave para la seguridad de los vehículos de la flota